Cuando el Barça cayó a siete puntos del Real Madrid tras el empate en Getafe, los de Hansi Flick entendieron que no podían permitirse más tropiezos en LaLiga. Cumplieron con solvencia ante el Valencia con una goleada, pero el verdadero reto llegaba contra equipos como el Alavés, expertos en hacer sufrir a sus rivales con su solidez defensiva.

"¿Esta situación? Es por nuestra culpa", repetía Flick en la previa, consciente de que el margen de error se había reducido al mínimo. Sin embargo, la derrota del Madrid ante el Espanyol devolvía la esperanza: una victoria permitía a los culés acercarse a cuatro puntos de los blancos y a tres del Atlético.

El partido no fue sencillo. El Alavés planteó un duelo trabado, con constantes interrupciones y faltas tácticas para cortar el ritmo del Barça. Munuera Montero, permisivo con los vitorianos, no mostró ni una amarilla hasta que Lewandowski abrió el marcador. Pero esta vez, los azulgranas supieron competir en un escenario adverso y no perdieron la concentración, algo que en los últimos meses les había costado puntos ante rivales de perfil similar.

Flick también aprobó con sus ajustes tácticos en el descanso, dinamizando al equipo en un momento clave para no perder el tren de la competición. Ahora, con Madrid y Atleti a solo cuatro y tres puntos respectivamente, el Barça encara un calendario que podría ser favorable.

En Europa, los culés ya tienen asegurada su presencia en los octavos de final tras una fase de grupos impecable, lo que les da ventaja en términos de descanso respecto al Real Madrid, que afrontará un exigente playoff ante el Manchester City. Además, la lesión de Rüdiger deja a los blancos con una defensa debilitada en un tramo decisivo de la temporada.

El Barça ha aprendido a competir y, con la confianza recuperada, se mantiene firme en la pelea por los títulos.

Sezione: Primer plano / Data: Lun 03 febrero 2025 a las 13:00
Autore: Stefano Bentivogli
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