"El día que deje el arbitraje, quiero que mi hijo esté orgulloso de mí"

A pocas horas del gran Clásico entre Real Madrid y Barcelona por la final de la Copa del Rey, el árbitro designado para el partido, Ricardo De Burgos Bengoetxea, protagonizó un momento inesperado y profundamente humano durante la rueda de prensa previa al encuentro. Visiblemente afectado, no pudo contener las lágrimas al responder una pregunta sobre los vídeos críticos hacia el estamento arbitral difundidos por Real Madrid TV antes de varios partidos.

El desahogo emocional

"Se habla mucho de los vídeos de Real Madrid Televisión —empezó De Burgos— porque son los que más repercusión tienen. Pero quiero contarles situaciones que han vivido algunos compañeros. Cuando tu hijo va al colegio y otros niños le dicen que su padre es un ladrón, y llega a casa llorando... es muy duro. En mi caso, intento educar a mi hijo y decirle que su padre es una persona honesta".

En ese momento, la emoción superó al árbitro, que no pudo seguir hablando durante varios segundos. Con el rostro empapado en lágrimas, retomó la palabra con un tono aún más conmovido:

"Nos equivocamos, como cualquier deportista. Es duro, jodidamente duro. Es algo que no le deseo a nadie. Pero el día que deje esta profesión quiero que mi hijo esté orgulloso de lo que fue su padre y del mundo del arbitraje. Porque el arbitraje nos ha transmitido grandes valores y no merecemos lo que estamos sufriendo. Y no hablo tanto de nosotros, los profesionales, sino del daño que todo esto causa a nuestros compañeros del fútbol base. Que cada uno reflexione sobre hacia dónde queremos ir y sobre el futuro del deporte y del fútbol".