Flick va en serio: sin experimentos en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid

El FC Barcelona se prepara para disputar uno de los partidos más importantes de la temporada: la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, que se jugará este sábado en el Estadio de La Cartuja en Sevilla. Los azulgranas llegan al Clásico con la confianza de haber vencido a los merengues en dos ocasiones esta temporada, lo que los posiciona como favoritos, a pesar de las ausencias clave con las que tendrá que lidiar Hansi Flick.

Sin experimentos en un partido clave

Flick ha sido claro con su planteamiento: no habrá experimentos ni improvisaciones en esta final. A pesar de las bajas en la plantilla, el técnico alemán ha decidido mantener la coherencia posicional y no forzar adaptaciones arriesgadas en un encuentro de tanta trascendencia.

Robert Lewandowski y Alejandro Balde, ambos lesionados, están descartados para el partido. Aunque se tenía la esperanza de que Balde pudiera reaparecer a tiempo, su recuperación no ha avanzado lo suficiente. El lateral intentó entrenarse durante la mañana del jueves, pero no logró superar las molestias físicas.

A estas ausencias se suman las de los canteranos Marc Casado y Marc Bernal, lo que reduce aún más las alternativas del técnico.

Gerard Martin será titular en el lateral izquierdo

En ausencia de Balde, el elegido para ocupar el lateral izquierdo será Gerard Martin, quien ha sido su recambio natural durante la temporada. Flick decidió no alinearlo en el último partido de Liga ante el Mallorca para reservarlo específicamente para esta final.

Aunque Héctor Fort ha demostrado ser una opción versátil y ha actuado por la izquierda en alguna ocasión —incluso bajo las órdenes de Xavi Hernández— su poca continuidad esta temporada hace poco probable su inclusión desde el inicio.

Nada de improvisaciones en la defensa

También se consideraron alternativas como Íñigo Martínez, Ronald Araujo o Eric García para cubrir el lateral, pero Flick ha descartado mover a jugadores de su posición habitual. La decisión responde al deseo de evitar desequilibrios defensivos en un duelo tan exigente como un Clásico por un título.

El mensaje es claro: Flick quiere un equipo equilibrado, sin improvisaciones, y con cada jugador en su rol natural. Con el objetivo de conquistar un triplete esta temporada, el entrenador alemán considera esta final como el primer gran paso, y no está dispuesto a correr riesgos innecesarios.