El Club Atlético Osasuna ha expresado su profundo desacuerdo con la decisión de la Comisión Disciplinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha considerado como regular la participación de Íñigo Martínez en el partido entre Osasuna y FC Barcelona disputado el pasado 27 de marzo. La polémica surge a raíz de que el jugador fue alineado apenas cuatro días después del compromiso entre Países Bajos y España, cuando el reglamento establece un mínimo de cinco días de descanso para futbolistas que regresan de una convocatoria internacional.

Una decisión polémica y un recurso anunciado

Según la resolución, Íñigo Martínez pudo jugar porque ya había sido liberado de la convocatoria de la selección española y no fue requerido para ese encuentro en concreto. Sin embargo, desde Osasuna no comparten ni la interpretación del reglamento ni la argumentación médica presentada por el FC Barcelona y validada por la Federación.

A través de un comunicado oficial, Osasuna anunció su intención de apelar la decisión ante la Comisión de Apelación, acusando además a la RFEF de estar “claramente involucrada en el caso”. El club navarro fue especialmente duro con el Barça:

“Es razonable tener serias dudas a la luz de los hechos descritos. Resulta sorprendente que el comentario mencionado, tan cínico como vacío de contenido, provenga de quienes deberían revisar sus acciones en el periodo más reciente de la historia del FC Barcelona”.

Críticas a las justificaciones médicas

Uno de los puntos más conflictivos tiene que ver con el informe médico presentado por el club catalán y aceptado por el Servicio Médico de la selección. Según Osasuna:

“La resolución del Comité de Competición simplemente certifica que el Servicio Médico de la selección convalidó las informaciones médicas ofrecidas por el FC Barcelona, sin aportar detalles. Para Osasuna, estas circunstancias requieren un análisis más profundo”.

El comunicado continúa sugiriendo que la rápida recuperación del jugador genera sospechas:

“La ausencia del jugador fue por motivos médicos y su participación en el partido se justifica por una pronta recuperación. Esto es lo que necesita una investigación más seria que la tomada por el Comité”.

Los puntos clave del desacuerdo

El comunicado de Osasuna detalla además dos argumentos jurídicos esenciales para sostener su postura:

Violación del artículo 5 del Reglamento FIFA:
El artículo establece que un jugador convocado por su selección no podrá disputar partidos con su club hasta pasados cinco días desde el final del periodo de convocatoria, salvo acuerdo explícito de la federación correspondiente. Osasuna sostiene que en el caso de Íñigo Martínez no existió tal acuerdo, sino un parte médico que no puede interpretarse como una autorización federativa.

Falta de comunicación explícita por parte de la RFEF:
La RFEF alegó que al liberar al jugador por motivos médicos sin restricciones, se sobreentendía su disponibilidad para el club. Sin embargo, Osasuna refuta esta interpretación, señalando que “no existe ningún documento ni declaración pública que indique que la federación haya autorizado expresamente al jugador a reincorporarse al club para competir”.

El Club Atlético Osasuna ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados ante lo que considera una interpretación arbitraria del reglamento y una resolución parcial. La institución navarra insiste en que el caso debe ser revisado en profundidad, y espera que su recurso ante la Comisión de Apelación pueda revertir la decisión actual. Mientras tanto, el conflicto añade un nuevo capítulo a la ya tensa relación entre clubes y federación en el fútbol español.

Sezione: Rivales / Data: Vie 11 abril 2025 a las 23:00
Autore: Stefano Bentivogli
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